Relata una fábula:
"Notando la oruga el anunciado del fin de su estado reptante como gusano, y el principio de su largo sueño de crisálida, reunió a sus compañeras y les dijo: “Triste es pensar en el forzoso abandono de esta vida que tan halagüeñas venturas me prometía. Segada por la guadaña de la muerte en la flor de mi existencia, soy un ejemplo de la crueldad de la Naturaleza. ¡Agur! mis buenas amigas, ¡Agur! para siempre. Mañana ya no existiré.”
Acompañada por las lágrimas y lamentaciones de las amigas que rodeaban su lecho de muerte, la oruga pasó a su otro estado. Una vieja oruga exclamó tristemente: "Nuestra hermana nos ha dejado. Su destino es también el nuestro. Una tras otra nos abatirá la guadaña destructora como a la hierba de los prados. La fe nos mueve a esperar otra vida, pero acaso sea una vana esperanza. Ninguna de nosotras sabe nada cierto sobre otra vida. Lamentamos el común destino de nuestra especie "Después se marcharon todas tristemente....”.
¡Pobres orugas!, inconscientes como el común de los mortales. Bien claro se ve la ironía de esta fábula y nos reímos que la oruga ignore la GLORIOSA vida que le espera cuando despierte del sueño de la aparente muerte y se metamorfosee en una policromada y bella MARIPOSA. Pero no hemos de sonreírnos, porque todos tenemos el mismo espejismo que la oruga.
"Todos los ocultistas reconocen que en los tres estados de: oruga; crisálida y mariposa, hay una imagen divina de la transformación que le aguarda a cada ser humano"
La muerte para el hombre no es más que el estado de crisálida para la oruga. En ninguno de ambos casos cesa la vida por un sólo instante, sino que persiste mientras la Naturaleza efectúa sus transformaciones.
Aconsejamos al estudiante que asimile bien la moraleja de esta fábula, que de siglo en siglo y de generación en generación aprenden los niños hinduistas. Estrictamente hablando, desde el punto de vista esotérico, no existe la muerte.
Y desde el punto de vista científico -en cuanto a la continuidad de la energía en diversos estados- tampoco.
No hay muerte. Sólo hay vida con muchas fases y modalidades, a una de las cuales llaman "muerte" los "ciegos" del mundo...
“Nada Muere Realmente Aunque Todo Experimenta Un Cambio De Forma Y Actividad”
Así dice una estancia del Bhagavad Gita (Libro Sagrado hindú):
"Nunca nació el espíritu ni nunca dejará de ser. Nunca hubo tiempo
en que no fuera, pues sueños son el principio y el fin. Sin nacimiento ni
muertes ni mudanzas permanece el espíritu por siempre. La muerte no lo
toca, aunque parezca muerta la casa en que mora".
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