Muchos son los pacientes que llegan a la consulta sufriendo y forzándose por cambiar su mundo emocional, heridos por el pasado y angustiados por el futuro.
Vienen sufriendo por emociones deformadas, torturantes, pretendiendo cambiar sus emociones forzándose igual que se forzaron o fueron forzados para deformarlas…, pero no es necesario.
No es necesario al igual que no necesitamos forzarnos para ver los colores, o la luz, y tampoco para escuchar la música, sentir una caricia o percibir el olor en una tarde de lluvia.
Relajémonos, dejemos que los colores, los sonidos, los olores…entren por nuestros sentidos, nos nutran, sólo tenemos que dejar que ocurra lo que lleva ocurriendo desde hace millones de años….presente a presente, porque es ahí, en el presente donde viven los sentidos, donde tienen la verdadera fuerza de curación.
Ninguno de nosotros, ningún ser vivo ha nacido para estar enfermo.
Juan Fco. Ballesteros.
